El Recoletas Atlético Valladolid debutó en la Liga NEXUS ENERGÍA ASOBAL con una victoria contundente. La dureza e intensidad de los «gladiadores azules» decantó la balanza ante un Bada Huesca que sólo pudo aguantar el vendaval pucelano durante 45 minutos.
Los jugadores del Recoletas mostraron identidad y fe en un trabajo donde si la defensa y portería funcionan permiten al equipo mostrar su mejor versión ofensiva. El conjunto de Pisonero sentenció con un juego coral, donde todos los jugadores de campo, a los que se sumó el portero Juan Bar, anotaron.
Defensa y Portería, Claves del Triunfo
El Recoletas ganó poniéndose el mono de trabajo atrás, frente a un conjunto oscense que hubo de claudicar frente a un Recoletas que exhibió ya un casi total acoplamiento tras las siete bajas y seis altas sufridas esta campaña.
El buen inicio del cuadro castellano, haciéndose con el ritmo de partido, le benefició, y con su empuje y buena defensa pronto logró doblar a los oscenses en el marcador 8-4 (min.9). Aunque el Huesca logró igualar a 10 el marcador aprovechando minutos de superioridad y la buena actuación del portero Ben Tekaya, el Recoletas no cedió.
El equipo recompuso su defensa dejando a los de José Nolasco 6 minutos sin marcar, con un Juan Bar excelente en portería (7 paradas en la primera mitad). Con ello, pegó un nuevo estirón cerrando un parcial de 7-1. Con los extremos Tao, Díaz y Serrano tomando el relevo anotador de Oliveira (máximo anotador hoy con 6 dianas), el Recoletas se fue a vestuarios con 18-14 a favor.

Intesidad que Sentencia el Choque
En la segunda parte, el Bada Huesca trató de explotar sus opciones, pero los vallisoletanos no aflojaron las clavijas en defensa ni su intensidad decreció. En el momento clave, surgió Jorge Serrano con dos goles vitales en circulación.
Huesca sólo pudo aguantar hasta el 24-19 min.46. Entonces, apareció de nuevo el argentino Bar bajo palos y las recuperaciones y varios goles a portería vacía despegaron al Recoletas. El Bada Huesca se diluyó totalmente y el Recoletas olió la sangre para endosar a su oponente otro parcial, de 8-1, (32-20 min.53), llegar a estar +13 arriba, y finalmente lograr una victoria más plácida de lo previsto sumando dos puntos muy importantes con una alta dosis de autoestima.