El Caja Rural Aula Valladolid sufrió su primera derrota en casa esta temporada, cayendo ante el Balonmano Porriño (25-28) en un partido marcado por las pérdidas y los errores, que las gallegas aprovecharon con eficacia. Además, la lesión de la portera Carmen Sanz, quien tuvo que abandonar el partido por un posible problema muscular en el aductor, fue otro golpe para el equipo.
El encuentro comenzó con un gesto emotivo por parte de las vallisoletanas, quienes mostraron una pancarta de apoyo a sus compañeras lesionadas, María Antón y Alicia Robles, que pronto pasarán por el quirófano.
En lo deportivo, el choque arrancó con mucha igualdad. Ambos equipos aprovecharon sus puntos fuertes, con Porriño imponiéndose en el ecuador de la primera mitad gracias a dos exclusiones consecutivas del Aula Valladolid que resultaron en un parcial de 0-3 (8-11, min. 20). La defensa 6:0 de las visitantes logró frenar la conexión entre Marcela Arounian y sus compañeras, lo que complicó el ataque del equipo local.
Salva Puig pidió un tiempo muerto que revitalizó a su equipo, logrando igualar el marcador con una sólida defensa. Sin embargo, justo en ese momento llegó la desafortunada lesión de Carmen Sanz, lo que desestabilizó al equipo. Aunque volvió a la pista antes del descanso, las gallegas aprovecharon el desconcierto para irse al vestuario con una ventaja de dos goles (12-14).
El inicio de la segunda mitad vio al Caja Rural Aula Valladolid empatar rápidamente, pero las pérdidas constantes en ataque y los problemas desde los siete metros volvieron a perjudicar al equipo. A pesar de un nuevo tiempo muerto solicitado por Puig, las gallegas supieron aprovechar los errores de las locales para correr y marcar goles fáciles, cerrando el partido con una victoria por 25-28.
Con esta derrota, el Aula Valladolid buscará aprender de sus errores y mejorar en los próximos encuentros, aunque la incertidumbre sobre la lesión de Carmen Sanz añade una preocupación extra para el equipo.