
Foto de: Carlos Valentín-Gamazo
El Quesos no falló frente al Getxo y se consolida como líder de la División de Honor 2017/2018. A falta de dos jornadas para el cierre de la primera vuelta, el equipo de Diego Merino se mantiene en lo más alto de la tabla con tres puntos de ventaja sobre el segundo clasificado, el Silverstorm El Salvador, y hasta nueve con el tercero, Sanitas Alcobendas. Ambos perseguidores se dejaron puntos en esta novena entrega de la Liga. Así, el VRAC fue el único equipo de la cabeza que sumó los cinco.
En el primer partido en casa con bajas temperaturas, Pepe Rojo presentó un gran ambiente. Cientos de vecinos de municipios vallisoletanos se dieron cita para vivir en primer persona el VRAC-Getxo con motivo del ‘Día del rugby en la provincia’. Para muchos era su estreno en el deporte oval. Además, los prolegómenos del encuentro dejaron un emotivo homenaje a los cinco expresidentes del VRAC, que desfilaron por un pasillo formado por canteranos del club y recibieron la insignia de la entidad.
La primera parte no tuvo mucha historia en puntos, aunque algo en juego. Y es que Getxo estuvo por encima de las expectativas que dejaban sus números hasta la fecha. Quizá lo más sencillo para los getxotarras hubiera sido una actitud conservadora para no arriesgar ante las escasas posibilidades que las estadísticas le auguraban de sumar algún punto en Pepe Rojo, pero nada de eso. Al menos en la primera parte. Los vizcaínos no hicieron honor a su puesto de colista y se mostraron voluntariosos en fases dinámicas y estáticas, con buenas combinaciones y aguantando el tipo en las melés.
El VRAC, con muy poco, hizo mucho daño, dejando el partido visto para sentencia cuando se acababa de cumplir el minuto 6. A esas alturas de partido el Quesos ya había conseguido dos ensayos y se auguraba un resultado aplastante. El primero se lo apuntó Leigh Thompson con una buena finalización y el segundo Nathan Paila ganando el oval en la divisoria y cabalgando hasta los palos, donde posó para facilitar la transformación de Gareth Griffiths, traicionado por el viento en la primera marca azulona.
El partido entró entonces en una fase más abierta, pese a que Getxo no pisaba la veintidós quesera. Cerca del ecuador del primer acto, Carlos Valentín-Gamazo culminaba una buena jugada colectiva y, junto al pie de Gas, elevaba la renta local a un contundente 24-0. El primer objetivo, encarrilar cuanto antes el encuentro, se cumplía con cierta facilidad. Y a la media hora de partido, Wessel-Bell certificaba el segundo reto de la mañana, garantizar el bonus ofensivo que acercaba los cinco puntos. Así, y con alguna intentona más del VRAC, se llegó al descanso.
Tras el intermedio, Getxo se estiró – y se desgastó – en busca de algún selló ofensivo que encontró con un ensayo y transformación de su apertura Sebastián Bertero. Al conjunto vasco le terminó por salir cara la marca, porque el VRAC se desató y sumó cuatro ensayos en menos de 15 minutos. Tomás Carrió, Chris Eaton, Wessel-Bell y de nuevo Eaton, que dejó detalles de mucha clase, rompieron definitivamente el duelo con un irremontable 50-7 que permitió a Diego Merino agitar el banquillo con un quíntuple cambió que dejó la entrada al césped, entre otros, del veterano Manuel Sevillano ‘Urullo’. Hasta el pitido final, Getxo apretó para maquillar el resultado y Aitor Lasa consiguió el segundo ensayo visitante para el definitivo 50-14.